• 4 noches y 5 etapas
• Régimen de Alojamiento y pensión completa en Albergue de Arzúa (9,5 booking.com)
• Asistencia, gestión y tramitación previa al Camino
• Seguro especial COVID-19 y cancelación
• Credenciales
• Tramitación y gestión directa en la oficina del peregrino de las Compostelas
• Acto de entrega al grupo en el alojamiento
• Certificado visita a la Catedral para el grupo
• Traslados de etapa en etapa y a lugares de interés

El Camino de Santiago en Galicia ha tenido desde siempre un fuerte impacto socioeconómico: innumerables construcciones de iglesias, monasterios, puentes, hospitales y un intercambio cultural sin precedentes. Es por ello que hablamos de una Galicia Xacobea, que se va transformando con el paso del tiempo desde un fenómeno religioso a una experiencia cultural y personal, abrazando la tecnología con nuevas tendencias y actuales modelos de peregrinación.

Nuestra agencia, como una entidad dinamizadora del Camino de Santiago en Galicia, contribuye a la divulgación de su cultura, fomentando un Camino sostenible y responsable.

En el Camino Francés nos encontramos en la más transitada y conocida Ruta Xacobea desde la Edad Media. Se trata del itinerario que sigue la vía del sol, recorre de este a oeste la provincia de Lugo y parte de la de A Coruña, y al anochecer vislumbra el rastro marcado por la vía láctea.

Descubrirás curiosos personajes y templarios, con historias de nobles y villanos, tradiciones y costumbres plenas de simbolismo, y entre tanto, degustarás pulpo, queso y vino con las gentes del Camino, y sin querer, ante ti y en la distancia las campanas de la Catedral: “Por fin Santiago”

Descubre “El Camino de Santiago y más” de nuestra Galicia Xacobea, una experiencia única, singular y transformadora que no te dejará indiferente.

Nunca te dije nada. Me imaginaba que estarías ahí para siempre, guardándome las espaldas. ¿Quién iba a pensar que te alejaría de mí ese mal viento que todo lo revuelve y que nos obliga a esconder la sonrisa bajo una máscara? Ahora te echo de menos a cada instante y me duele haberme callado tantas cosas que tenía que haberte dicho.

¿Sabes? Ya he llegado a Santiago. Ha sido más duro de lo que pensaba. Si hubieras estado a mi lado, seguramente me hubiera comido el mundo en cada etapa. Están mis compañeros de colegio, que me han echado una mano siempre que hacía falta. Pero ya sabes que no es lo mismo. A ellos los quiero, pero lo nuestro era otra cosa.

Sentí deseos de grabar tu nombre en todas las piedras y de pintar de negro todas las flechas amarillas para que todo el mundo sepa que nos faltas. Pero a ti no te gustaría. A ti no te gusta la tristeza. Siempre has dado la cara ante las desgracias. Tienes razón. Voy a hacerte caso, porque llorar no sirve de nada. Pero esto no es un adiós. No tengo ninguna intención de olvidarte. Estarás siempre conmigo, te pongas como te pongas. Porque ha sido un orgullo para mí compartir un trozo de tu vida y no voy a permitir que esta enfermedad acabe con nuestros recuerdos como si nada.

Te he llevado guardado en el corazón en todos los momentos del Camino. En los buenos y en los malos. Porque todavía me duele mucho tu ausencia. Y ahora que hemos llegado a Santiago, quiero que tú te lleves la Compostela. Has hecho el Camino conmigo y te la has merecido. Tú y todos los que habéis padecido esa enfermedad que os ha robado el aliento.

Os la dedicamos a todos. Para que sirva de testimonio. Para que todos sepan que no hemos dejado de caminar juntos y que nunca os olvidaremos. Porque vuestro Camino ha valido la pena.